En la Gráfica 2 se presenta la evolución de los aportes al SIN durante los últimos dos años, 2017 – 2018, comparado con bienios similares en relación con el índice Oceánico El Niño – ONI (Oceanic El Niño Index). A comienzos de 2018 se registraron valores negativos del ONI, los cuales estuvieron asociados con la finalización del evento La Niña 2017-18. De esta manera se buscó bienios que contuvieran eventos La Niña débiles, por ejemplo el bienio 2005-2006 con un evento débil La Niña fue usado para comparar la evolución 2017-2018.
En la Gráfica 2 se puede apreciar un año 2017 con una gran diferenciación entre el primer y el segundo semestre, donde en el primer semestre cuatro de los seis meses se registraron aportes por encima de la media, explicable entre otras condiciones por la presencia de un evento La Niña que se registró entre el trimestre julio - septiembre de 2016 hasta el trimestre noviembre 2016 – enero 2017, según el índice Oceánico El Niño – ONI (Oceanic El Niño Index). Mientras en el segundo semestre del año 2017 todos los meses fueron deficitarios (por debajo de los históricos). Ahora el año 2018 inicia con aportes por encima de la media histórica en los primeros siete meses del año, con excepción de febrero y marzo, situación explicada por el favorecimiento de lluvias debido a un evento La Niña que inició en el último trimestre de 2017 y finalizó en los primeros meses de 2018. A partir de agosto y hasta diciembre de 2018 los aportes estuvieron por debajo de la media histórica, mostrando en el último mes del año, diciembre, el mayor descenso de los aportes frente a la media histórica, al registrar un valor de 64.2% frente al promedio histórico. Esta situación hidrológica de finales del año de 2018 ha estado impactada por el evento El Niño que ha iniciado su desarrollo desde el trimestre septiembre – octubre – noviembre de 2018 al superar el ONI el umbral del +0.5 oC.
La Gráfica 3 muestra la evolución de aportes energéticos al SIN en lo que va corrido de este siglo, expresados en porcentaje de la media. En la escala vertical de esta figura, 100% corresponde a la media, de ahí que valores por debajo de ella se consideran deficitarios y arriba de la misma, como aportes en exceso de la media.
Así, se puede ver muy bien el impacto de anteriores episodios extremos del ENSO, tales como de El Niño 2009-2010, con bajos aportes al SIN, seguido de La Niña 2010-2011, con muy altos aportes, que prácticamente se juntó con el resurgimiento de condiciones típicas de La Niña durante 2011-2012, seguido de la fase de gestación de condiciones tipo El Niño en la segunda mitad de 2012, que a la postre no se concretaron con la aparición de un evento de esta naturaleza. Se puede observar posteriormente el impacto de un evento El Niño muy fuerte durante 2014 hasta comienzos de 2016, con una recuperación progresiva hasta la consolidación de un nuevo evento La Niña 2016-2017, con una fase posterior de bajos aportes durante 2017, y un inicio de altos aportes en el año 2018 con el evento La Niña 2017-2018 para finalizar el año 2018 con bajos aportes impactados por el desarrollo de un probable evento El Niño 2018-2019.
Es importante anotar del comportamiento de aportes en el presenta siglo, que desde mediados de 2012 los aportes al SIN han sido mayormente deficitarios, lo cual muestra que nos encontramos en una fase prolongada de bajos aportes, que podría incidir en los tiempos de recuperación de cada cuenca y en el régimen estacional de los ríos, en el largo plazo.